Los piercings bucales, como el de la lengua, requieren cuidados específicos debido a la constante exposición a bacterias en la boca. La clave para una buena curación es mantener una higiene bucal impecable y limitar los riesgos de irritación o infección durante el proceso de sanación.

En las primeras horas después de realizar el piercing, es común sentir hinchazón. Para reducirla, se recomienda chupar hielo o beber agua fría con frecuencia. Evita alimentos calientes o picantes durante al menos la primera semana, ya que pueden irritar la zona. Además, es importante enjuagar la boca con un enjuague bucal sin alcohol después de cada comida para eliminar los restos de alimentos.

Evita fumar y consumir alcohol durante el proceso de curación, ya que estos factores pueden interferir con la cicatrización y aumentar el riesgo de infección. No juegues con la joya, ya que podría causar daños en los tejidos o las encías. Mantén el piercing en su posición inicial hasta que el profesional considere seguro cambiarlo.

El tiempo promedio de curación para un piercing en la lengua es de 4 a 6 semanas, aunque puede variar dependiendo del cuidado individual. Es crucial mantener una dieta suave durante este período y evitar morder accidentalmente el piercing.

En caso de molestias prolongadas, hinchazón extrema o signos de infección como pus o fiebre, acude de inmediato a un especialista. Un piercing bucal bien cuidado no solo sanará rápido, sino que se mantendrá en perfecto estado por mucho tiempo.